Cada vez se conocen más casos de niños y de adolescentes con adicción a los videojuegos desatendiendo sus obligaciones, y sufriendo alteraciones en sus hábitos de comida y sueño.
¿Cómo sabemos cuándo un niño pasa de jugar utilizando tecnología a desarrollar una adicción hacia los dispositivos?, ¿cuáles son los signos de alarma?
1. Obsesión exagerada por estar conectado continuamente perdiendo la noción de tiempo de uso.
2. Estado de ánimo depresivo, irritable… nerviosismo, ansiedad, enfado, falta de concentración… debido a la necesidad de estar conectado.
3. Falta de atención a sus responsabilidades: estudio, tareas del hogar, actividades extracurriculares y de formación.
4. Deseo de estar conectado antes que estar con amigos y/o familiares.
5. Cambios en el rendimiento académico.
6. Negación de su comportamiento conectándose a escondidas.
La sobreexposición a las pantallas provoca consecuencias como dificultades de atención, fracaso escolar, sobrepeso, trastornos del sueño, ansiedad y depresión.
La mayoría de los expertos coinciden en que la mejor manera de evitar este tipo de adicción no es prohibir su uso sino prevenirlo. Estar al tanto de las conductas tecnológicas de nuestros hijos asegurándonos de que existe un equilibrio entre la vida digital y la que viven fuera de la tecnología, son claves para evitar la adicción a las tecnologías en los niños.
Recomendaciones:
1. Establecer un horario de juego de acuerdo a la edad con períodos de descanso que no impliquen el uso de la tecnología.
2. Navegar con ellos y mantener un control de tiempos de uso.
3. Direccionar el adecuado uso del tiempo libre, pasar tiempo en familia, realizar un pasatiempo (coleccionar, juegos de mesa, practicar arte o un deporte).
4. Limitar y controlar el uso de las redes sociales como facebook y el acceso a paquetes de internet en los teléfonos móviles.
5. Hablar con los hijos sobre con quien mantienen comunicación virtual y explicar sobre los riesgos.
6. Así sean dibujos animados el padre debe supervisar o seleccionar lo que ven sus hijos, igualmente los juegos de vídeo.
7. Relacionar sus valores personales y familiares con los que interactúan en el mundo digital.
8. No olvidar padres que el ejemplo es lo más importante sus propios hábitos serán los que imiten los niños.
9. Fortalecer los lazos afectivos y la comunicación familiar
10. No utilizar los dispositivos como premio sino como herramienta lúdica y educativa.
“No se trata de prohibir la exposición a los medios, se trata de enseñar a los hijos autocontrol, discernimiento y uso apropiado de lo que la tecnología nos facilita”
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