No se pueden negar las ventajas de la estimulación y desarrollamos la tendencia de incrementar todo lo que podamos dicha estimulación y estamos cayendo en la sobreestimulación, sin embargo, no se puede olvidar que el desarrollo es un proceso gradual que sigue su propio ritmo y sus propios pasos.
1.
La sobreestimulación y sus peligros:
Ø No hay cabida al aburrimiento.
Ø Tampoco hay paciencia.
Ø Creamos tensión, estrés y ansiedad; contraproducentes para el desarrollo.
2. Consejos para evitar la sobreestimulación.
Ø Respetar los ritmos propios de cada niño.
Ø Aprovechar los momentos en que el niño esté en predisposición de aprender o ser estimulado.
Ø Dejar tiempo para que se aburra o tenga paciencia. Con esto también estimulamos su cerebro, le enseñamos a relajarse.
Ø No ocupar todo su tiempo con actividades, dejar que se aburra y que aprenda a entretenerse solo.
Ø Estimular con actividades tranquilas como leer, escuchar música o dibujar.Ø Evitar actividades con demasiados estímulos auditivos y visuales.
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