¿Qué es?
El acoso escolar es
una agresión que tiene las siguientes características:
1.
Hay
agresión de una o más personas contra una o más víctimas.
2.
Esta agresión es sistemática y repetida.
3.
Hay
un desbalance de poder entre quien/es agrede/n y la/s víctima/s; es decir, la
víctima es más débil física, emocional o socialmente que sus agresores y
usualmente no sabe cómo defenderse.
Esta agresión puede ser física (por ejemplo, puños y patadas), verbal
(por ejemplo, insultos, apodos ofensivos o amenazas), relacional (por ejemplo,
inventando un chisme para que la persona se quede sin amigos) o virtual (por
ejemplo, enviando mensajes de texto o correos electrónicos de burla).
¿Qué nos indica qué nuestro
hij@ esté sufriendo acoso escolar?
Los niñ@s y jóvenes tienen una variedad de comportamientos que pueden
ser signo de alarma; sin embargo, lo más importante es que la comunicación con
nuestros hijos sea tan afectiva para que ellos puedan hablar de cualquier agresión
sufrida en el colegio. Sin embargo, existen algunas señales de alerta. Los
padres podrían notar que los niños actúan diferente o parecen estar ansiosos,
no comen, no duermen bien ni hacen las cosas que generalmente disfrutan. Cuando
los niños están de mal humor, se irritan más fácilmente o comienzan a evitar
determinadas situaciones. Es muy frecuente que busquen excusas para no ir al
colegio como dolores de cabeza y de estómago.
¿Qué hacer en caso
de acoso contra mi hij@?
1. Denunciar en el
colegio inmediatamente.
2. Conversar sobre el
tema y los sentimientos que produjo.
3. Fortalecer los
mecanismos de afrontamiento: autoestima, empatía, asertividad, entre otros.
4. Realizar actividades
donde el niñ@ o joven se siente exitoso y seguro con el objetivo de recuperar
la confianza en sí mismo.
5. Buscar ayuda
profesional si se considera necesario.
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