Nuestra dependencia al celular es tal, que a menudo olvidamos lo más básico. Por ejemplo, atender a los hijos. Y sí, es cierto que los niños pueden ser muy pesados. Cierto que las madres y los padres necesitamos nuestro espacio, un respiro, un momento de desconexión. Pero... ¿hasta el punto de ignorar a nuestro hijo/a?
Los padres enganchados al celular
que se aíslan por completo y desatienden las peticiones y demandas de los
hijos. Como es el caso, en el que una madre hace 'oídos sordos' a las repetidas
quejas de su hijo/a para que le preste atención.
Sin duda, este es un mal que
afecta a prácticamente la mayoría de los padres. Llegamos cansados del trabajo
y necesitamos relajarnos. La casa impone más trabajo, concentración y nervios.
¿Qué hacemos? Entregarnos a las risas, la relajación y las relaciones a
distancia mediante las redes sociales y los chats por el celular. ¿Los
afectados? Los hijos. Y si no, piensa... ¿cuántas veces habrás dejado sin
responder una pregunta de tu hijo/a porque estabas concentrado con algo en el celular?
Ahora bien... ¿somos conscientes
del daño que esto provoca en los hijos?, según numerosos expertos, estos son
algunos:
1. Síndrome de padres ausentes. Los padres hiperconectados al celular,
es como si no estuvieran. Los hijos notan su ausencia y se sienten ignorados.
Los expertos comienzan a llamar este daño 'abandono emocional'. Unas palabras
terribles que nos deben hacer reflexionar, sin duda.
2. Referencias equivocadas. Recuerda que somos un referente para los
hijos. Luego no te asustes cuando a los 10 años ya te exija un celular y se
pase el día en su cuarto viendo vídeos. Luego, poco a poco, preferirá ese tipo
de relaciones a distancia frente al clásico juego con amigos en el parque.
3. Menos confianza en sí mismo. Si el padre o la madre ignora
constantemente lo que dice, lo que le cuenta, porque éste prefiere centrarse en
su teléfono, el niño/a sentirá que lo que dice no es importante, y terminará
perdiendo la confianza en sí mismo.
4. Autoestima baja. La falta de confianza en sí mismo llevará al niño/a,
a una autoestima baja que le afectará en todos los campos de aprendizaje y por
supuesto, de su personalidad. De hecho, el niño/a ignorado por la adicción de
sus padres al celular en realidad siente 'que no es importante' para ellos.
Tremendo, ¿verdad?
5. Problemas en sus habilidades sociales. Los niños necesitan aprender
a relacionarse con los demás. Practican en casa, con sus padres, y también con
sus amigos. Sin duda, el ignorarles y preferir un teléfono a una conversación
con ellos, no les ayuda nada.
6. Mala comunicación en casa. La comunicación es muy importante en una
familia, sobre todo entre padres e hijos. Es una forma de crear vínculos, de
establecer una relación sana de confianza. El niño/a cuenta cosas, los padres
le escuchan... le preguntan... contestan a sus dudas. Esta es la relación más
lógica, ¿verdad? Pero, ¿qué sucede cuándo esta comunicación se rompe? El niño/a
habla, los padres no escuchan... El niño/a pregunta, pero no obtiene
respuestas. Al final, él se cansa y deja de preguntar y confiar en sus padres.
7. Problemas emocionales y de conducta. El sentimiento de 'hijo
ignorado' lleva al niño/a a enfrentarse a una serie de emociones que aún es
incapaz de entender y controlar. Esto le provoca una angustia con la que tendrá
que crecer. Sin duda, esto puede desencadenar en problemas de actitud, como la agresividad,
gritos, y el 'mal comportamiento' como un intento desesperado del niño/a por
llamar la atención de sus padres.
Reflexión: Con el ejemplo que
estamos dando a los hijos. ¿Cómo podemos exigirles luego que no pasen tanto
tiempo conectados a su celular si es lo que vieron desde pequeños?
Tomado de Guiainfantil.com.
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