Como padres, pensamos que tener
un adolescente en casa es como cuando nos avisan del cambio climático, que
nunca es como nos han dicho que iba a ser. ¿Qué es lo que necesitan para alcanzar
la felicidad? A continuación, te damos algunas claves que tu hijo adolescente
necesita que recuerdes para conseguir ser felices en familia.
1. Debemos estar junto a ellos, sin que se note demasiado
Esta es la primera idea que
debemos entender para que ellos sean felices. Tenemos que estar, pero sin que
se note. Ellos dicen que no quieren vernos, por ejemplo, en sus actividades
deportivas, pero cuando salen a la pista, echan una mirada a la grada para ver
si estamos. Y allí debemos estar nosotros, en la última fila (por supuesto).
Así estamos junto a ellos, pero sin que se note…
2. Debemos escucharles cuando quieran hablar
Ocurre de la misma manera cuando
tienen ganas de hablar. Tenemos que estar sea el momento que sea. Allí
aparecerá tu adolescente y te dirá: “Mamá/papá, quiero hablar”. ¡No lo dudes!
¡Ve y aprovecha!
Además, debes tener cuidado con
la conversación, porque no es lo mismo que tú le digas 'tenemos que hablar'
-que le sonará al típico discurso rollo (que ya presumen de conocer)-, que cuando
es, al contrario, y te lo dicen ellos a ti. Tú solo debes decir monosílabos,
seguirle la conversación, pero sin entrar a discutir, debatir u opinar… Tus
hijos adolescentes solo querrán escuchar: '¡sí!, ¡bien!, ¡claro!, vale!'... y
así todo el tiempo. ¡Recuerda! Es su momento, no el tuyo. Ellos se quieren
sentir escuchados.
3. Sé flexible sobre su papel en las tareas domésticas
No pretendas que ellos colaboren
en la casa, su cabeza no está en ordenar el dormitorio, recoger la ropa o poner
la mesa a la hora de comer. Su mente está en la chica o chico que le gusta, en
la ropa que se pondrá mañana, en lo que hará el fin de semana, en el comentario
de su amiga o en qué puede hacer para pasárselo bien… Olvídate de tener ayuda
de manera continuada. Solo aparecerán cuando ellos quieran obtener algo a
cambio. Si, de repente te dicen algo como '¿Te ayudo mamá?' ¡¡Cuidado!! Vienen
a negociar… Cuanto antes lo aceptes, mejor. Así serán felices.
4. Trata de ponerte en su lugar
Te recuerdo que ellos están en un
proceso de cambio emocional, físico y mental. Parece que no se aguantan ni
ellos mismos, así que, no les pidas que estén simpáticos, amables o cariñosos.
¡Todo lo contrario! Su estado natural es estar de mal humor continuamente y
solo cuando les suceda una cosa agradable, saldrán de su cueva (su dormitorio),
te sonreirán y volverán a su mal humor habitual…
Y es que los cambios emocionales
les secuestran continuamente el estado emocional. Pasan en segundos de estar
felices y contentos, a soltarte una cara de malestar que te rompe los esquemas,
te mete en la tristeza y falta de comprensión, y además, te hacen que te
plantees '¿Y este quién es?, ¿dónde estará mi bebé?, ¿dónde estará ese niño criado
con todo el amor de mundo?'.
Si tienes en cuenta todo esto, te
aseguro que tu adolescente estará feliz y ustedes en casa, también. Es su
momento de desarrollo, ¡acompáñalo! Muéstrale tu amor siempre que puedas, no
desesperes. Todo lo bueno llega y esto también pasará.
Tomado de Guiainfantil.com
Comentarios
Publicar un comentario