Pautas para establecer una relación de confianza con tus hijos

 


Tener una relación de confianza con nuestros hijos no significa solo que ellos confíen en nosotros, también nosotros tenemos que brindarles esa certeza de que verdaderamente confiamos en ellos. Se trata de una relación mutua de franqueza, por lo que los padres también tenemos que poner de nuestra parte y hacer cosas como las siguientes:

     Empezar cuanto antes

Lo ideal es que desde que tienen uso de razón empecemos a construir una relación de confianza con nuestros hijos, una relación donde puedan expresarse libremente y también les ofrezcamos la seguridad de poder confiar en nosotros. Sin embargo, nunca es tarde para empezar a dar los pasos adecuados para tener una bonita relación de confianza mutua, así que tenga la edad que tenga tu hijo o hija, empieza cuanto antes a mejorar tu relación con él o ella.

     Dar ejemplo

Si mentimos a nuestros hijos, si no cumplimos nuestras promesas o les decepcionamos constantemente, entonces difícilmente ellos podrán confiar en nosotros. Si queremos que nuestros hijos sean personas íntegras, honestas y que puedan confiar en nosotros, ¡entonces nosotros también debemos serlo con ellos!

     Ser pacientes

Tener confianza con nuestros hijos no significa que debemos forzar la situación pidiéndoles que nos cuenten todo. Todas las personas tienen su pequeño espacio de privacidad en su interior, y nuestros hijos también. Esto es algo muy difícil de comprender por muchos padres, ya que nos suele causar angustia ver que a nuestros hijos les pueda pasar algo, pero es importante tener la suficiente paciencia para respetar sus tiempos y esperar a que hablen con nosotros cuando se sientan preparados. Lo más importante es hacerles saber que estaremos allí cuando lo necesiten.

     Escucharlos

Para que ellos sientan que pueden hablarnos y contarnos todo lo que necesiten, debemos también escucharlos. No se trata de oír lo que dicen, sino de escuchar, valorar, hablar sobre lo que nos estén contando, atender sus necesidades, ayudarlos si es necesario... Y no solo hay que escucharlos cuando tengan un problema, sino siempre, también cuando nos cuenten cosas positivas.

     Valorarlos

Si ellos se sienten valorados por sus padres, será más fácil acercarse a ellos para lo que sea, porque sentirán que pueden abrir sus sentimientos sin ser juzgados. Es muy importante no juzgar y valorar sus capacidades, actitudes y formas de afrontar el mundo.

     Buscar espacios únicos

Los papás y mamás que tienen varios hijos puede que no siempre tengan la oportunidad de estar a solas con cada uno de ellos, eso dificulta esa posible complicidad que se genera en la intimidad. Por ello, es importante buscar siempre espacios de intimidad donde disfrutar de la compañía y poder hablar de nuestros sentimientos. Los hijos únicos también lo necesitan con papá y mamá en espacios separados.

Comprender el hecho de que confiemos en ellos no significa que alguna vez puedan equivocarse; en tal caso, se solucionará en su momento, pero en general nuestra actitud hacia ellos debe ser de confianza.

     Aprender a pedir perdón

A muchos padres les cuesta pedir perdón a sus hijos cuando han cometido un error. Es importante tener presente que ningún padre es perfecto, que todos cometemos errores y no pasa nada por reconocerlo y, por supuesto, aprender de ellos. Es más, esta es la mejor actitud hacia nuestros hijos si deseamos que ellos puedan llegar a confiar en nosotros. El hecho de darse cuenta de que somos humanos que cometemos errores y que los asumimos nos acerca a ellos mucho más.

     Dedicar tiempo con ellos

Hay un dicho que dice: ‘el roce hace el cariño’, pero no solo el cariño, sino también la confianza, la capacidad de acercarse a una persona. Es difícil que nuestros hijos puedan establecer una relación de confianza con nosotros si no solemos pasar tiempo de calidad con ellos. Nuestros hijos e hijas necesitan sentir que nos importan, que estamos ahí y que disfrutamos de su compañía. Esta es la base de una buena relación entre padres e hijos, no lo olvides. Incluso si no podemos verlos todo lo que deseamos (por ejemplo, en el caso de trabajos fuera del hogar o padres separados), siempre hay opciones para poder dedicarles tiempo.

     Hacer las preguntas adecuadas

Las preguntas son una gran estrategia para los padres, siempre y cuando sepamos usarlas. No es fácil hacer la pregunta adecuada, pero siempre se puede tratar. Lo ideal es que no sean preguntas cerradas, en donde en la respuesta solo quepa un sí o un no. Se trata de hacer preguntas abiertas que les den la oportunidad a nuestros hijos a hablar, explicar o contar una situación. Y recuerda, siempre escúchales con atención cuando contesten.

Tomado de: Guía para establecer una relación de confianza con tus hijos día a día, en la categoría de Diálogo y comunicación en Guiainfantil.com.


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