Como padres de familia debemos saber que el aprendizaje es importante en todo el ciclo vital; por ello, es tan importante que aprendamos a motivar a nuestros hijos a aprender.
Desde el inicio, nosotros estamos motivando
aprendizajes en nuestros hijos: su sonrisa, los primeros pasos, sus primeras
expresiones verbales y sus gestos… Cuando nuestros hijos inician el proceso
escolar, debemos continuar motivando sus aprendizajes, a través del juego, del
acompañamiento escolar, de la organización de rutinas y horarios y, por
supuesto, a través del ejemplo. En estos primeros años, acompañamos los
procesos de aprendizaje haciendo manualidades con ellos, jugando en familia,
leyendo cuentos en las noches y celebrando cada uno de sus logros.
Después podemos acompañarlos explorando
sus pasiones y los talentos que tienen de manera innata. Es importante que nuestros
hijos tengan actividades extracurriculares que correspondan a sus intereses y
les permita nuevos aprendizajes. Las actividades extracurriculares les ayudan a
manejar su tiempo de manera sana y creativa, les permite explora sus talentos,
les brinda una sensación de éxito y satisfacción que mejora su autoestima.
Además motivamos a nuestros hijos a
prender cuando, a través de normas y limites, creamos ambientes protectores y
estimulantes. Estos ambientes se crean cuando todos en casa conocen las reglas
y las consecuencias por incumplirlas, tienen obligaciones en la casa, se
organiza una rutina con tiempos para descansar, estudiar, compartir y trabajar, y se tienen grandes esperanzas
sobre las capacidades de todos los miembros de la familia. Debemos recordar que
todos tenemos habilidades y talentos.
También podemos motivarlos a tener un
buen rendimiento escolar. Para ello, es
importante que como padres acompañemos los procesos escolares de nuestros hijos
mostrando interés en sus actividades, debemos procurar tener una comunicación
constante y asertiva con los docentes de nuestros hijos, debemos preguntar cada
día por la jornada en el colegio, brindar todas las herramientas de trabajo
necesarias y felicitar por los logros escolares aunque sean pocos.
Cuando nuestros hijos no se sientan
motivados en una asignatura o tarea es importante que tratemos de mostrarle
para qué sirve y cómo se puede usar ese conocimiento en la vida diaria. De
igual manera, podemos acompañarlos a realizar la tarea y expresar
reconocimiento por las capacidades de nuestro hijo para realizar la tarea con
éxito. Es importante que no reforcemos la frustración poniéndonos de mal genio
porque no se hace rápidamente la tarea, sino guiar a solucionar el problema a
través de preguntas como: ¿qué puedes hacer para solucionarlo?, ¿cómo puedes
empezar?, ¿qué has entendido hasta ahora?, ¿qué se te dificulta?
Recuerda que lo más importante para
motivar el aprendizaje es que nuestro hijo sienta que tiene las capacidades
para aprender, sepa que el aprendizaje es útil e importante y sienta siempre
que sus éxitos y esfuerzos son reconocidos.
Comentarios
Publicar un comentario