¿Por qué?
Para cuidadores y padres, cuando todos participan en las
tareas del hogar disminuye el estrés, el cansancio y mejora la convivencia
entre todos.
En los
niños:
1.
Aprenden a ser independientes y a ser responsables.
2.
Mejora su autoestima porque sienten que son
importantes y capaces.
3.
Los trabajos domésticos son una oportunidad para
estimular las habilidades de los niños como la motricidad fina (doblar ropa,
picar vegetales) y la motricidad gruesa (barrer, sacudir).
4.
Las tareas domésticas ayudan a explorar
diferentes capacidades y talentos.
5.
Promueven habilidades como la planeación y la
organización.
6.
Aprenden a ser independientes y autónomos.
¿Cómo
logramos la participación de los niños en las tareas del hogar?
1.
A través del ejemplo.
2.
Empezando desde la primera infancia.
3.
Delegando tareas según la edad.
4.
Dando instrucciones concretas. Por ejemplo: No
diga: arregla tu cuarto. Diga cada una de las instrucciones: tiende la cama,
recoge tu ropa sucia y llévala al canasto, guarda tus juguetes en la caja.
5.
Acompañando en la realización de la tarea hasta
que el niño la aprenda.
6.
Elogiando sus capacidades.
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