¿Pataletas?

 



Las pataletas son formas de comunicación propias de los niños entre los cuatro y los cinco años. Generalmente las pataletas van disminuyendo en frecuencia e intensidad a medida que los niños crecen y mejoran sus formas de comunicarse y de manejar las emociones.

Las pataletas se producen generalmente frente a situaciones de frustración e impotencia, pueden suceder cuando los niños no logran hacer una actividad adecuadamente, no logran conseguir algo que desean, no se sienten escuchados o no logran comunicar un malestar o deseo de forma exitosa.

Las pataletas no se tratan de hacer sentir mal al adulto, de incomodar o de llamar la atención. Esto es muy importante recordarlo para actuar con tranquilidad.

¿Qué hacer frente a las pataletas?

1.    Trata de comprender por qué se da la pataleta, cuál es el motivo. A veces no es fácil identificar el evento que desató la pataleta, pero saberlo te ayudará a manejar mejor la situación y anticipar las situaciones que puedan desatar otra pataleta.

 

2.    Mantener la tranquilidad es muy importante porque tu conducta modela el comportamiento de tu hijo. El enojo los gritos y los regaños no son formas de comunicación efectivas y no producen diálogo. En consecuencia, podríamos estar reforzando las pataletas de los niños, al no enseñar una mejor manera de expresar sus sentimientos.

 

3.    Ubíquese a la altura de los ojos de su hijo y mírelo a los ojos. El contacto visual es fundamental en la comunicación, así como establecer una situación de igualdad y reconocimiento.

 

4.    Trata de tener contacto físico. Los abrazos son geniales para contener asertivamente las emociones. Cuando el niño rechace el contacto, no lo obligues. Sin embargo, para los niños genera confianza el saber que sus padres están dispuestos a escucharlos y acompañarlos en los malos momentos.

 

5.    Cuando el niño esté calmado, habla con él, pregúntale que pasó y muéstrale cómo puede superar de forma asertiva la situación.

 

6.    Es fundamental tener rutinas adecuadas de sueño y descanso. El cansancio puede ser influir negativamente en el comportamiento de los niños.

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